miércoles, 11 de junio de 2025

FASE 5: Autoafirmación y libertad - Día 20 – Me hago cargo de mi vida, con amor y sin resentimiento

 

Día 20 – Me hago cargo de mi vida, con amor y sin resentimiento

Mamá…

He caminado por tantas emociones para llegar hasta aquí.
Te he escrito desde la herida, desde la rabia, desde la necesidad…
Y también desde la compasión, la dignidad y el amor.

Y ahora estoy lista.

Lista para hacerme cargo de mi vida.
Pero no desde el enojo.
No desde el orgullo que quiere demostrar que puede sola.
Tampoco desde el dolor de la niña que grita: “me dejaron sola”.
Sino desde mi fuerza interior,
esa que floreció en medio de todo lo que fue… y de todo lo que no fue.

Hoy no te culpo.
Tampoco me culpo a mí.
Cada quien hizo lo que supo hacer.
Cada quien amó como pudo, no como el otro necesitaba.
Y eso también lo estoy aprendiendo a aceptar, poco a poco.

Tú viviste tu historia.
Y ahora, yo decido vivir la mía.

He dejado de esperar que el pasado se repare.
He dejado de cargar con las emociones que no me corresponden.
Ya no quiero justificar mis bloqueos, mis miedos o mi estancamiento con lo que viví contigo.
Porque hacerlo sería quedarme atrapada.

“Y yo vine a ser libre.
Vine a hacer algo nuevo con todo lo que me trajo hasta aquí.”

Hoy me hago cargo de mí con amor.
Eso significa dejar de exigirte.
Dejar de poner afuera lo que ahora está en mis manos.
Y significa también mirar hacia adelante con responsabilidad,
con ternura…
y con una nueva determinación.

No soy una víctima.
Soy una mujer que está aprendiendo a amarse,
a decidir sin miedo,
a construir desde el presente
y a caminar sin las cadenas del rencor.

No quiero seguir atrapada en la narrativa del reproche.
Prefiero sanar en paz, aunque duela.
Prefiero tomar lo vivido y convertirlo en propósito, no en prisión.

Y sé que hacerme cargo no significa hacerlo todo sola.
Significa elegir bien con quién caminar,
poner límites sanos,
darme descanso sin culpa,
y levantarme con firmeza cuando sea necesario.

Así que hoy doy un paso firme:
Me hago cargo de mi vida.
De mis heridas y de mis sueños.
De mi bienestar y de mis decisiones.
De mi prosperidad y de mis límites.
Con amor, sí…
pero sobre todo, con claridad.

Gracias por darme el punto de partida.
Gracias incluso por las ausencias, porque me ayudaron a crecer.
Pero el camino…
elijo construirlo yo.

—Tu hija,
la que eligió soltar el resentimiento
y abrazar su libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario